sábado, 12 de abril de 2014

CONGRESO DE LA SOCIEDAD ESPAÑOLA DE REUMATOLOGÍA



SALUD REVISTA.ES | Tenerife


     En la actualidad se dispone de tratamientos capaces de controlar estas patologías de forma muy efectiva.
Aunque está pendiente de demostrarse, actualmente se piensa que un tratamiento precoz con las nuevas terapias biológicas podría ser capaz de modificar la progresión de la enfermedad.
   «El diagnóstico precoz es clave en las espondiloartritis axiales, ya que estas enfermedades aparecen entre los 20 y los 30 años, etapas muy activas de la vida», ha explicado el doctor Jesús Sanz, adjunto del Servicio de Reumatología Hospital Universitario Puerta de Hierro Majadahonda (Madrid), en el marco del Congreso de la Sociedad Española de Reumatología (SER) celebrado en Tenerife.
    El doctor destaca que el diagnóstico precoz es fundamental porque en la actualidad se dispone de tratamientos capaces de controlar estas patologías de forma muy efectiva.


   Asimismo, este reumatólogo recuerda las grandes ventajas de identificar a tiempo las espondiloartritis: «Se evitan procedimientos diagnósticos inadecuados y tratamientos innecesarios, se instauran las terapias más apropiadas y el paciente entiende más su enfermedad, lo que ayuda a lograr una mejor calidad de vida».
En España, estas patologías afectan a cerca de 900.000 personas y pueden llegar a tener un alto impacto emocional y laboral en la calidad de vida del paciente.
Y es que las espondiloartritis agrupan patologías tan prevalentes como la espondiloartritis axial, que engloba la espondilitis anquilosante y la espondiloartritis axial no radiográfica o la artritis psoriásica (espondiloartritis periférica).
  «El diagnóstico de las espondiloartritis puede retrasarse entre 5 y 10 años, con la consiguiente incertidumbre que esto genera en el paciente y el daño que se va acumulando», afirma el doctor Sanz.
Además, el experto añade que se sabe que en las fases iniciales de la enfermedad el paciente tiene tantos síntomas como en fases más avanzadas. Según los especialistas, entre las diferentes causas que llevan a un retraso del diagnóstico se encuentra la problemática de que las lesiones típicas de las espondiloartritis que se observan en las radiografías suelen tardar años en aparecer.

El papel de la resonancia magnética

   Para lograr el diagnóstico precoz, la resonancia magnética nuclear (RMN) es una de las mejores alternativas. «La resonancia es una excelente herramienta diagnóstica que permite la identificación de las espondiloartritis en el periodo de inflamación, antes de que ocurra el daño estructural en las articulaciones sacroilíacas y, por tanto, antes de que aparezcan reflejadas en las radiografías», explica el experto.
    Por su parte, el doctor Pedro Zarco, jefe de la Unidad de Reumatología del Hospital Universitario Fundación Alcorcón (Madrid), también recuerda que la resonancia «permite valorar de forma más adecuada y precisa la inflamación ósea en la pelvis y la columna vertebral, que afecta de forma característica a estos pacientes, permitiendo su detección y tratamiento antes de que produzca una lesión ósea más evolucionada».

      Según apuntan ambos especialistas, la utilización de estas técnicas está permitiendo, además, profundizar en el conocimiento de los mecanismos de inflamación y progresión de la lesión ósea que intervienen en la espondiloartrtis. «Aunque está pendiente de demostrarse, actualmente se piensa que un tratamiento precoz con las nuevas terapias biológicas podría ser capaz de modificar la progresión de la enfermedad», indica el  doctor Zarco.

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